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El pintor almeriense Andrés García Ibáñez (Olula del Rio 1971) pasa por ser el pintor español vivo que más obra religiosa tiene en templos, pero también como el más descreído y herido de los intelectuales agnósticos actuales.
Arquitecto, escultor y sobre todo pintor su obra pictórica triunfa en Inglaterra, Estados Unidos y medio mundo y como suele ser la norma en este país, un gran desconocido, teniendo incluso que costearse su propio museo para mostrar su obra.
García Ibáñez empieza a pintar muy pronto, demostrando una inusual facilidad en su primera forma de expresión. A los 11 años expone por primera vez en el salón parroquial de Albox. Con 13 ya pinta al oleo y en tres años copia gran parte de la obra de Velázquez, Rembrandt, el Greco y Goya, siendo notable la influencia de este ultimo en toda la obra plástica de García Ibáñez.
Entre 1989 y 1996 cursa estudios de arquitectura en la Universidad de Navarra siendo en este periodo muy notable su obra religiosa para distintos templos y creando en 1993 el cuadro de gran formato para la beatificación del obispo mártir de Almería Diego Ventaja Milán y que presidio la ceremonia en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
En 1998 pinta en San Salvador los frescos de la nueva catedral conociendo la miseria y desesperanza de este pueblo. Tras viajar a Guatemala decide ejecutar una serie de retratos que posteriormente dono a UNICEF recibiendo de manos de la Margarita la medalla nacional de este organismo.
2000 fue un año de ruptura, abandona definitivamente los valores teocéntricos y se enfrasca en una crítica – en ocasiones obsesiva - de los valores occidentales. La obra fundamental es “La muerte de Dios” con la que inicia un nuevo periodo fuertemente simbolista, que no ha abandonado.
Desde 2000 crea una serie aún por terminar que lleva el título “Cutrez y Putrefacción” donde critica sin cortapisa la sociedad española, serie irreverente, cruel e irónica donde la España caduca, putrefacta, nacional-católica queda representada por arquetipos y personajes claramente identificables. Todo un gran fresco de la “imbecilidad nacional” en palabras del propio pintor.
Si quieres conocer más de la obra de Andrés García Ibáñez pasa por su web clicando aquí.
2000 fue un año de ruptura, abandona definitivamente los valores teocéntricos y se enfrasca en una crítica – en ocasiones obsesiva - de los valores occidentales. La obra fundamental es “La muerte de Dios” con la que inicia un nuevo periodo fuertemente simbolista, que no ha abandonado.
Desde 2000 crea una serie aún por terminar que lleva el título “Cutrez y Putrefacción” donde critica sin cortapisa la sociedad española, serie irreverente, cruel e irónica donde la España caduca, putrefacta, nacional-católica queda representada por arquetipos y personajes claramente identificables. Todo un gran fresco de la “imbecilidad nacional” en palabras del propio pintor.
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2 comentarios:
Encontré un folleto del Museo de Ibáñez en un hotel de Mojácar. Me interesó y fui a Olula del Río. Quedé maravillado. El museo es excepcional, tanto por su continente como por su contenido. ¿Cómo un hombre con 45 años ha podido pintar todo lo que ha pintado?, ¿cuántas horas pinta al día?. Es una auténtica locura. Pocas veces he disfrutado tando viendo pinturas.
Compré su libro "The rotten ones, los putrefactos" y lo estoy leyendo con deleite.
Gracias, muchas gracias Andrés.
Hoy he tenido la suerte de visitar el museo y descubrir a un gran pintor, uno no puede imaginar que en un pueblecito de la comarca del mármol exista un espacio tan interesante. Volveré
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