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“Pienso que la fotografía me ha elegido. Nunca he pensado por qué no elegí ningún otro arte, pero siento que tengo que expresarme a través de las fotos. Es una preferencia de mi voz interna.”
Con estas palabras se presenta Martin Stranka un fotógrafo de 24 años residente en la República checa con un trabajo conceptual y altamente emotivo. .
“Mi trabajo pende en ese espacio entre los sueños y el despertar, esos segundos separados en que una persona tiene un pie en ambos mundos.”
Personajes más que personas, tragados por los espacios sin límite, como por un desagüe. Sus imágenes minimalistas están plagadas de sentimientos que arrastran al espectador a un estado de soledad y cierta melancolía, donde predominan los colores oscuros y difuminados..
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