Este corto dirigido por el canadiense Cordell Barker me ha recordado la crisis por la que atravesamos.
Es la historia de un tren loco que tiene varios vagones. El maquinista conduce el tren pero está dispuesto a abandonar la conducción (como Dominique Strauss Kahn) por una mujer que se ponga a tiro. La máquina podría ser una metáfora del Fondo Monetario Internacional. En el primer vagón viaja la gente distinguida, banqueros y privilegiados del sistema. En el segundo vagón cambia totalmente el ambiente. Viaja el proletariado y más parece un vagón de los locos. En el último vagón viaja el gobierno que no juega un gran papel. El tren avanza desbocado llevándose por delante a una vaca. Cuando se trata de subir a la montaña, la burguesía compra al proletariado todo lo que tiene a cambio de algunas monedas. Los proletarios acaban desnudos, pero cuando hay que subir todos juntos, la burguesía desengancha el vagón del proletariado y de paso le quita el dinero que antes les había entregado. El proletariado termina en el abismo para que la burguesía logre salvarse. La paradoja será al final cuando...
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