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Mientras grababa su álbum debut a la cantante norteamericana Anita Ward la compañía discográfica le presentó una canción, a Anita no le gustó esta canción, pero el productor Frederick Knight insistía en que la canción era necesaria para aprovechar el tirón de la música disco. Anita aceptó a regañadientes, y la canción, que al principio era una melodía dirigida a adolescentes que hablan por teléfono, más tarde fue re-escrita con una letra dirigida más para adultos, y el resultado fue "Ring My Bell". El sencillo alcanzó el puesto 1 en Canadá, Estados Unidos, y en el Reino Unido en 1979. Discusiones con Frederick Knight, un accidente automovilístico, y la lenta desaparición de la música disco con la llegada de los años 80, declinaron la carrera de Ward. Seguido del éxito de éste sencillo, Ward consiguió otro éxito. Tiempo después lanza "Don't Drop My Love" que no consiguió el mismo éxito, pero alcanzó a llegar al puesto 87 en Billboard Hot 100 en EE.UU.
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